En conversación con Radio Universidad de Chile, la diputada comunista apunta a aquellos que han presionado “en función de quedar en mejor chance con los grandes empresarios”. Además envió un mensaje al Senado, donde se encuentra el proyecto: “No queremos más cocinas entre cuatro paredes”.
El proyecto de ley que busca modernizar el sistema de relaciones laborales se mantiene en la Comisión de Trabajo del Senado. Su lento avance ha generado preocupación y críticas desde diversos sectores, considerando las indicaciones que buscan modificar lo legislado previamente en la Cámara de Diputados.
CUT
De hecho, desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) han cuestionado el actuar del Gobierno, calificándolo de traición y deslealtad. Críticas que por cierto han tensionado las relaciones dentro de la Nueva Mayoría.
“Para nosotros, como Partido Comunista, es tremendamente compleja la situación en la que se encuentra el proyecto de Reforma Laboral. Nos preocupa, porque la CUT ha tenido un rol protagónico en este proceso, especialmente en el proceso pre-legislativo”.
El reconocimiento de la diputada Karol Cariola se basa en que “lo que ocurre es que hoy los trabajadores tienen que pagar las consecuencias de las crisis económicas y de los cambios sociales que se han venido arrastrando. Han sido víctimas del plan laboral de José Piñera realizado durante la Dictadura”.
“Los trabajadores –agrega la legisladora– no tienen herramientas para negociar efectivamente, sin ser reemplazados de forma interna o sin caer en prácticas antisindicales. O que los propios sindicatos estén debilitados, producto de las fórmulas de construcción que se han dado, en que hay grupos negociadores y no existe titularidad sindical”.
Por ello su preocupación de que se intente desnaturalizar el proyecto de Reforma Laboral pasando a llevar “elementos que son básicos para poder garantizar una herramienta efectiva para los trabajadores, en su vínculo con el empleador”.
DESLEALTAD
“Que hoy surjan nuevas posiciones relativas producto del temor, me parece que no es lo que corresponde y es una deslealtad con los trabajadores chilenos y también con el programa de Gobierno que comprometimos. Una deslealtad del Gobierno y de aquellos que han hecho presiones internamente para generar modificaciones en función de quedar en mejor chance con los grandes empresarios de este país”.
Un intento de desmembrar, asegura la diputada, una de las reformas más importantes que tiene esta administración. “La que además ha sido producto de conversaciones con los propios trabajadores. Por lo que retroceder sería una pésima señal hacia el país. El Gobierno tiene que re-analizar las decisiones que están tomando”.
Incluso, plantea que se trata de “la ley del embudo, donde la parte más chica queda para los trabajadores y la parte más grande para los empresarios. Ya no lo podemos seguir resistiendo y ésta es la oportunidad histórica para desarrollar un cambio real en el plano laboral. Es la clase trabajadora que no quiere votar y que no quiere participar porque no creen, porque hay tantas promesas incumplidas”.
DEFENSA
En ese contexto, no duda en enviar un mensaje al oficialismo. “Que el comportamiento del Gobierno haga honor a esa posición de principios que se tuvo desde el momento en que se determinó tener un programa común, que fue construido entre los siete partidos que componemos la Nueva Mayoría”.
En ese sentido, advierte que ella y su partido defenderán la Reforma Laboral, “porque creemos que en los términos que salió de la Cámara, al menos son los mejores desde el punto de vista de las voluntades políticas y de lo que se pudo avanzar en un proceso de conversación y negociación con la CUT”.
Asimismo, hizo la exigencia de que no se trabaje políticamente a espaldas de los trabajadores. “Espero que el Senado aprenda de las experiencias previas. No queremos más cocinas entre cuatro paredes. El Congreso Nacional es para hacer políticas públicas en función de lo que la gente necesita”.